Concurso. Puesto: 2º
Cuesta de Santa Inés nº 5, Granada
Edificio catalogado con nivel de protección 1.2 por el Plan Especial Albaicín
Ayuntamiento de Granada
Proyecto:
Fernando Acale Sánchez, Dr. Arquitecto
Miguel Castillo Martínez, Arquitecto Técnico
Ignacio Arto Torres, Dr. Ingeniero de Edificación
Aikaterini Kotsaki Karapanagioti, Arquitecta
Alejo de la Torre Reyes, Arquitecto
El uso del edificio como orfanato y las condiciones sociales específicas del cruce de las calles Aceituneros y Cuesta del Granadillo con San Juan de los Reyes, donde se ubicaban hace años numerosos prostíbulos hizo que las nuevas edificaciones se construyeran sin huecos, convirtiendo las fachadas de estos edificios en altas tapias que aislaban por completo el interior del recinto de su entorno inmediato. Esta situación genera actualmente, desde el punto de vista urbano, un lugar incómodo, poco transitado, normalmente sucio, donde la circulación de los coches de la calle San Juan de los Reyes y la angostura existente lo convierten en un enclave inhóspito, en una trasera de la trama urbana de difícil regeneración, a pesar del potencial tan grande que tiene.
El proyecto reconoce todas estas cuestiones y precisamente incide especialmente en este lugar, ubicando en este punto el acceso a la Casa Ágreda como espacio cultural y expositivo. Entendemos que es un lugar con un alto potencial urbano ya que supone el cruce de dos calles del barrio con trazados y condiciones completamente diferentes. La calle Aceituneros y su continuación por la Cuesta del Granadillo hasta la placeta de Porras y Carvajales es una calle que, siguiendo la línea de máxima pendiente, une la parte intermedia del barrio con la Carrera del Darro. Se trata de calles estrechas, sinuosas y escalonadas y estrictamente peatonales, desde donde se obtienen interesantes e inesperadas vistas de la Alhambra. La calle San Juan de los Reyes, en cambio, sigue la curva de nivel de la ladera, sin apenas alteraciones en su pendiente, atraviesa el barrio desde plaza Nueva hasta la cuesta del Chapiz y es apta para la circulación
de vehículos.
El proyecto plantea fracturar la hermética envolvente de la manzana precisamente en este lugar, creando un acceso al jardín posterior del palacio, facilitando el tránsito peatonal por estas calles y regenerando un enclave olvidado y denostado, convirtiéndolo en punto de acceso al conjunto cultural de la Casa Ágreda. Por otro lado, su situación permite el acceso desde un vehículo al interior del edificio, evitándose así las barreras arquitectónicas existentes en las puertas del palacio en la cuesta de Santa Inés y del edificio de la calle Lavadero.
El principal problema que existe entre los edificios actuales es la falta de conexiones efectivas entre ellos que permitan la circulación fluida entre los distintos niveles garantizando su accesibilidad. Además, existe una configuración espacial fragmentada que obliga a tener que atravesar continuamente el jardín posterior del palacio para ir de un edificio a otro.
Respecto a la configuración estructural del conjunto de edificios, el proyecto plantea la restauración de la casa palacio (edificio A), la rehabilitación de la casa de la calle Lavadero (edificio B) y la demolición de las edificaciones menores auxiliares construidas en los años cincuenta en la esquina con la calle Aceituneros, como continuación de la crujía norte de servicio del palacio. En el solar de estas edificaciones se proyecta la construcción de un nuevo edificio de recepción (edificio C), que se ocupará de resolver la comunicación entre el edificio A y el edificio B, generando un paso de circulación a cubierto, lo que facilita que un visitante pueda recorrer todo el programa cultural que se le ofrece en el edificio sin necesidad de mojarse en un día lluvioso. Por otro lado, este edificio genera la fractura del perímetro de la manzana para permitir el acceso al espacio del antiguo jardín del palacio, acogiendo el espacio de entrada y recepción a los visitantes. Además, acoge una serie de espacios esenciales para el correcto funcionamiento del edificio como es el vestíbulo principal, los aseos generales y la sala técnica para la dotación de instalaciones del edificio. Respecto a su implantación en la parcela, este edificio se adecua al perímetro de la parcela, respetando el plátano existente en centro del patio, único elemento existente que podría rememorar el antiguo jardín del palacio. Externamente el edificio mantiene el aspecto cerrado de las edificaciones precedentes, enfatizándose así aún más el nuevo hueco de acceso generado en la esquina de Aceituneros con San Juan de los Reyes.
Formalmente se plantea un edificio que resuelve los desniveles existentes entre las distintas edificaciones, garantizando la accesibilidad a todos los espacios. Es un edificio de carácter orgánico que se acomoda al espacio precedente, configurando una zona abierta y otra cerrada, de tal forma que se produce una imbricación continua entre el espacio del jardín o plaza central y las propias edificaciones que conforman la nueva Casa Ágreda. Una celosía de madera de lamas rectangulares verticales, orientables según las necesidades climatológicas, homogeniza el conjunto, ofreciendo una imagen cambiante y variable del edificio, en función del soleamiento. El antiguo jardín, presidido por el gran árbol de hoja caduca, se convierte en una plaza interior, que resuelve el desnivel existente mediante un diseño orgánico que crea unas suaves pendientes por donde es posible circular sin dificultad, generando a modo de un tapiz diferentes texturas de pavimento y vegetación. Este espacio tiene también una clara vocación estancial, donde se puede sentar el visitante a descansar o simplemente se puede disfrutar como un espacio de lectura, como una plaza más del barrio. En este lugar, en la planta inferior del nuevo edificio de recepción se proyecta una cafetería/ restaurante, que podrá también utilizar parte del espacio de esta nueva plaza. La disposición de los niveles que se forman y ordenan este espacio, ha sido concebida también como un graderío al aire libre donde poder presenciar actuaciones, generándose así un espacio versátil y polivalente.
En el edificio de la calle Lavadero (edificio B) se proyectan los espacios destinados a exposiciones temporales y salas polivalentes. Asimismo, acoge en la planta a nivel de la calle Lavadero el área administrativa y la zona reservada para los talleres de restauración y depósito de obras de arte. En todo caso, al tratarse de espacios diáfanos, pueden adecuarse a otros usos, según se defina un programa definitivo. Este edificio se concibe como una parte integrante del conjunto pero que puede gozar de cierta independencia fuera del horario habitual del centro cultural, de tal forma que pueda acoger una exposición temporal, una conferencia o cualquier otro tipo de acto, accediéndose desde la puerta de la calle Lavadero, sin que ello implique la necesidad de tener abierto el edificio completo. Esto le confiere una cierta autonomía de uso. En el nivel superior se ha habilitado una terraza ajardinada como lugar donde poder celebrar cualquier tipo de acto con unas vistas inmejorables de la Alhambra. En cuanto a la reestructuración interior de este edificio, se proyecta su rehabilitación, conservándolo íntegramente e incluso manteniendo su imagen actual, como testimonio de un momento de la historia de la Casa Ágreda. Se inserta un ascensor en el hueco de la escalera y se permeabiliza completamente el
hueco del patio mediante paramentos de vidrio, lo que permitirá la mirada cruzada entre los distintos ámbitos y niveles del edificio.
Respecto a la casa palacio (edificio A), se proyecta su conservación íntegra, realizando un cuidadoso ejercicio de restauración que ponga en valor los elementos tipológicos originales del edificio, como son el zaguán, el patio, las galerías, la escalera principal y las distintas salas y crujías del edificio. Igualmente se proyecta la recuperación y conservación de todos los elementos de interés histórico‐ artístico que contiene, tanto la portada monumental, como los alfarjes y armaduras, columnas, etc. Una decisión importante en el proyecto ha sido renunciar al zaguán del palacio como acceso principal. Entendemos que este es un lugar emblemático del edificio, que contiene además un importante valor simbólico en torno a la figura de San Juan de Dios y que, por tanto, debe ser un espacio de entrada limitado a ocasiones puntuales, quedando integrado en el conjunto de las salas del edificio como una sala expositiva más.
La comunicación vertical entre las plantas del edificio se mantiene a través de la escalera monumental y se proyecta también la sustitución de la escalera de servicio, fruto de la remodelación de los años cuarenta, por una nueva con un ascensor. Este núcleo permite comunicar todos los niveles del palacio con los del edificio C, con lo que se consigue la accesibilidad general de todo este edificio, que sólo precisará de rampas puntuales para el acceso a la sala de la antigua capilla, situada sobre el salón principal de la casa y, por consiguiente, con más altura que el resto de estancias de esta planta. Respecto al salón principal del palacio, que es el que se sitúa a nivel del balcón principal de la portada monumental, se proyecta su utilización como sala de conferencias o salón de actos, con acceso directo desde la calle San Juan de los Reyes, a través del espacio destinado a las capillas erigidas en el siglo XIX. Tal y como ocurría con el edificio B, esta sala puede funcionar de forma autónoma, de manera independiente al resto del edificio, pudiendo acoger cualquier acto fuera del horario habitual del centro cultural. El acceso se produce a través de una rampa insertada en el espacio de la actual cochera y cuenta con un núcleo de aseos propio.
En el edificio A se proyecta la ubicación de la colección permanente del centro cultural, aunque lógicamente, al tratarse de salas diáfanas, puede acoger cualquier modificación programática que se plantee. La disposición de las salas alrededor de las galerías del patio, permite una cómoda ordenación, procurando la accesibilidad a través de las propias galerías, pero también generando circuitos internos de circulación, que permitan acceder a las distintas salas sin tener que utilizar dichas galerías. Se sitúan tres salas expositivas en cada planta del palacio (baja, primera y segunda) y dos salas en la planta ático. Además, el edificio dispone de diferentes almacenes y depósitos y de una sala técnica de instalaciones de apoyo a la sala principal ubicada debajo del edificio C.
2022