Concurso. Puesto: 3º
Barrio del Albaicín, Granada
Bien de Interés Cultural, por Real Orden de 6/7/1922. Publicada en la Gaceta de Madrid 12/7/1922
Ayuntamiento de Granada
Proyecto:
Fernando Acale Sánchez, Dr. Arquitecto
José Tito Rojo, Dr. en Ciencias Biológicas. Paisajista
Ángel Rodríguez Aguilera, Arqueólogo
Juan Antonio García Granados, Dr. Arqueólogo
Julia Ramos Molina, Dra. Restauradora
Ignacio Arto Torres, Dr. Ingeniero de Edificación
Miguel Castillo Martínez, Ingeniero de Edificación
Viviana Sarmiento Gardeazábal, Arquitecta
La complejidad patrimonial que presenta el lugar donde se proyecta la intervención lo convierten en uno de los lugares más singulares y destacados de la ciudad. Se trata de un espacio con una fuerte identidad histórica que se halla actualmente desvinculado del barrio por encontrarse clausurado y sin uso desde hace varias décadas. Esta situación se ve, además, agravada por la falta de un conocimiento exhaustivo sobre lugar debido a la existencia de importantes rellenos que impiden la lectura y comprensión completa de las estructuras arqueológicas que aquí se localizan. A pesar de ello, han sido numerosas las excavaciones y estudios realizados en el ámbito de la muralla, lo que permite comprender la dimensión patrimonial del lugar en el que se unen dos lienzos de muralla (muralla exterior e interior), se comunican dos puertas principales de acceso (Arco de las Pesas y Puerta Monaita) y una serie de elementos patrimoniales que definen la ocupación de este lugar a lo largo del tiempo, como son el paso de la acequia de Aynadamar junto al acueducto o Arco de las Monjas, el Palacio de Daralhorra, la traza del Alcázar del Rey Badis e incluso estructuras anteriores como la muralla visigoda y diversos restos romanos localizados junto a la muralla en la década de los ochenta y más recientemente en su entorno próximo.
Sin duda, el enclave de la muralla constituye un espacio único en la ciudad, con un conjunto de estructuras arqueológicas y elementos poliorcéticos que permitirían plantear aquí un gran parque arqueológico. Este lugar, junto al entorno de la acequia de Romayla, a su paso por la ladera de la Alhambra, conforman dos enclaves estratégicos para la comprensión del origen y la forma de la ciudad de Granada, de las cualidades del asentamiento en el territorio y del uso posterior que han tenido estos espacios en cada etapa de la historia hasta llegar a nuestros días.
Ante esta situación, entendemos que el proyecto debe plantearse como un proyecto de conservación estricta no solo de las estructuras existentes, sino también del carácter tipológico y patrimonial de estos elementos, realizando una adecuada puesta en valor del conjunto, que permita su musealización y, en la medida de lo posible, el acceso y la visita por parte de los ciudadanos y visitantes.
La propuesta de configuración de un paseo lineal resulta del todo acertada, si bien creemos que es fundamental la graduación de las actuaciones, con el objeto de que la intervención tenga el equilibrio correcto entre la salvaguarda de los valores patrimoniales del conjunto, como máxima prioridad, y la posibilidad de que el lugar pueda ser visitado y disfrutado por los ciudadanos, generando nuevos espacios ajardinados.
El objeto de la licitación es el diseño de un paseo lineal que discurra desde la placeta de las Minas hasta el Carril de la Lona, paralelo a la muralla, planteándose, además, la posibilidad de crear una nueva conexión en un punto intermedio de la cuesta de la Alhacaba, a través del arco existente, denominado en la documentación facilitada por el Excelentísimo Ayuntamiento como “puerta de la Caba o de Alhacaba”. La premisa fundamental aplicada en el diseño que proponemos es el máximo respeto a los valores patrimoniales del conjunto, tanto materiales (estructuras defensivas, acequia de Aynadamar, acueducto o Arco de las Monjas, etc.), como inmateriales, como el valor paisajístico, histórico, arqueológico y urbano.
Para ello se parte de la premisa de diferenciar dos formas de uso en el proyecto, una de ellas, la que abarca más extensión, dedicada al disfrute del usuario general, que podrá recorrer el paseo, contemplar las estructuras defensivas, subir a los dos miradores proyectados, uno sobre la torre albarrana (T8) y otro sobre la Puerta Monaita (P1) y disfrutar de diversas zonas estanciales y ajardinadas, localizadas en el sector B y antiguo carmen de Balsaín. La segunda forma de uso requiere el acceso a la zona restringida donde se plantea la posibilidad de realizar un recorrido especializado a través de los fosos. Con este planteamiento se evita tener que cruzar transversalmente las murallas a lo largo de todo el recorrido, organizándose los itinerarios perimetralmente, siempre intramuros del cerco interior, accediéndose a los fosos únicamente y de manera controlada a través de los arcos de las estructuras o puentes de acceso al nivel superior de la T8 y la Puerta Monaita.
Con este planteamiento se concibe un diseño con tres niveles de utilización por parte de los usuarios. El primero de ellos consiste en la generación de un nuevo espacio completamente público entre la placeta de las Minas y la fachada lateral del Aljibe del Rey, ocupando el solar del antiguo Carmen de la Muralla y generando un paso peatonal en la calle Aljibe de la Gitana. Este lugar se concibe como una plaza- mirador abierta permanentemente al público. Se trata de un espacio estancial para la contemplación de la muralla.
Denominamos parque al tramo del paseo entre Daralhorra y Puerta Monaita. Este sector contiene el foso entre murallas y el paseo superior. El adarve de esta parte, como el de la parte alta se tratará con pavimento de alpañata para facilitar la correcta evacuación de las aguas y el tránsito de los visitantes a pie o en silla de ruedas. El nivel superior se concibe como un espacio ajardinado/ asilvestrado adosado a las tapias de las parcelas colindantes. Se trata de mantener los niveles de contacto con estas parcelas para evitar descalzar los muros de cerramiento. Para ello se proyecta la formación de forma controlada de tres cuchillos ataluzados que generen plataformas horizontales estanciales. Se trata de implementar el mismo recurso paisajístico que ha dado lugar de manera improvisada al espacio actual y que es producto principalmente del acarreo de tierras de las excavaciones practicadas hasta la fecha. Siendo conscientes del coste y la dificultad que supone el movimiento de las tierras acumuladas y de todas las que se obtendrán tras la realización de los rebajes, se proyecta la configuración de estos elementos con el objeto de minimizar su traslado.
El jardín de Balsaín se concibe como punto de entrada o salida del paseo hacia el Carril de la Lona. Se opta en este caso por un diseño que recupera elementos de la jardinería tradicional de los cármenes granadinos, como las mesas de arrayán, los parterres integrando en su centro frutales, una alberca, similar a la desparecida del vecino Carmen de las Maravillas o un bancal de frutales.
2023